Jesse DuPlantis tiene presencia en el escenario. Antes de convertirse en predicador, Jesse DuPlantis actuó en una banda de rock de gira. Al combinar el evangelio de la prosperidad y la comedia, el televangelista Jesse DuPlantis ha construido un gran número de seguidores.

A principios de este mes, DuPlantis predicó en la convención anual de creyentes del suroeste organizada en Fort Worth, Texas, por el televangelista Kenneth Copeland.

DuPlantis tiene un don para decir cosas controvertidas y contar historias salvajes. En su sermón Visión Crea Dirección, DuPlantis predicó: “Nunca le pido a Dios una necesidad. Qué desperdicio de energía espiritual. Esa es la cosa más tonta de la que he oído hablar en mi vida”.

DuPlantis usa una voz de personaje mafioso para decir: “Sé cómo deshacerme de la gente… Haces lo que tienes que hacer”. DuPlantis le diría más tarde a la audiencia que un jefe de la mafia se ofreció a convertirlo en “un hombre hecho”, un miembro totalmente iniciado de la mafia.

A Duplantis le gusta hablar de su riqueza. «Estás viendo a un cachorro rico aquí. No estoy siendo arrogante. Te estoy diciendo una cosa. No tienes ninguna idea».

Durante sus 43 años de operación, los donantes han contribuido con cientos de millones de dólares a Jesse Duplantis Ministries. Duplantis afirma que su ministerio recibió $ 500 millones en respuesta a las oraciones.

“Pensé que podría salvar al mundo con cien millones de dólares. Entonces, fui al trono de Dios. Él me dijo: “¿Qué quieres, Jesse?” No me preguntó qué necesitaba. Nunca me ha preguntado qué necesito… “Dije, Señor, necesito cien millones de dólares” Dije: “Puedo tocar al mundo con cien millones de dólares”. Él me dijo: “Hecho” Me dio cien millones de dólares… Bueno, me quedé sin dinero, así que volví al trono. Yo dije: “Jesús” Él me dijo: “Necesitas otros cien millones. Yo dije, ‘Sí.’ Me dio otros cien millones”.

DuPlantis dice que una tercera vez Dios le dio al ministerio de DuPlantis $100 millones, y todo fue gastado en nueve meses. Eventualmente él pediría cinco veces y Dios le dió a su ministerio $500 millones. Todavía “no era suficiente para tocar el mundo”.

La Iglesia del primer siglo podría enseñarle a Duplantis algunas lecciones valiosas. Con medios financieros limitados y sin tecnología moderna, «pusieron al mundo patas arriba». – Hechos 17:6

Este asombroso crecimiento de la iglesia ocurrió sin el evangelio de la prosperidad.